La Organización Mundial de la Salud reconoció en el año 2012 los beneficios de los Primeros Auxilios Psicológicos y, desde entonces, promueve su difusión como protocolo de intervención en las grandes emergencias y catástrofes.
Su objetivo básico es ayudar a las personas afectadas a recuperar el control y afrontar lo que les haya sucedido con el menor número de secuelas posible.
Sin embargo, a pesar de su utilidad, los Primeros Auxilios Psicológicos no acostumbran a utilizarse en las situaciones críticas y estresantes de la vida diaria, en lo que llamamos emergencias cotidianas, cómo puede ser los accidentes de tráfico, las agresiones, las evacuaciones y las muertes repentinas, que son mucho más frecuentes.
- DEFINICION
Los Primeros Auxilios Psicológicos son una técnica de intervención que no espera que llegue una ambulancia en sentido figurado, es decir, son una técnica de intervención por sí mismos.
Se utilizan con personas- niños, jóvenes y adultos- que acaban de sufrir el impacto de una noticia, o bien un accidente, o bien han sido víctimas de un accidente, catástrofe, atentado, desastre natural, delitos como violaciones, asaltos o secuestros, entre otros; es decir, personas que están en shock que se sienten vulnerables y que están tratando de entender lo que les ha ocurrido y las consecuencias de lo que ha pasado. Además, se pueden aplicar con personas que, aunque no presenciaron el evento resultaron afectadas al enterarse. También es recomendable que se apliquen con personas que atienden a las víctimas, como paramédicos, bomberos, enfermeras, médicos, trabajadores sociales y cualquier persona que esté en contacto con los afectados.
Los Primeros Auxilios Psicológicos tienen como objetivo proteger a estas personas de sufrir más daño, un daño físico o un daño psicológico que podría ocurrir en la gestión de ese momento difícil, donde las personas están con dificultades para manejarse, para entender la situación y está también en tratar de calmar a estas personas. Y esto segundo es muy importante porque cuanto más nerviosas, más activadas estén las personas, más aumenta la posibilidad de que sufran secuelas tras lo que les acaba de ocurrir.
Así que generar un ambiente calmado, tranquilo en el que ofrecer información y contener a las personas, a sus familiares tenerles en un lugar seguro será una forma de evitar que la situación que están viviendo genere más secuelas de las necesarias, lo que nosotros llamamos el daño secundario, que se produce después del impacto y después del daño primario que sería el original, el que no es evitable.
Eso sí, igual que en los primeros auxilios médicos en los de la carretera, se nos inculca cuando sacamos la licencia de conducir que debemos estar entrenados y sino estamos entrenados mejor pedimos ayuda, pero tocamos poco al accidentado, en los primeros auxilios psicológicos debemos ser consciente de que hay que estar entrenados para la aplicación de esta técnica, de este procedimiento.
No hace falta ser psicólogo, ni psiquiatra, ni médico, ni trabajador de la salud, pero sí se tiene que haber aprendido qué son, qué no son y cómo aplicar los primeros auxilios psicológicos.